Rhyzopertha dominica en maíz almacenado

A nivel mundial el 30% de las cosechas se pierde como consecuencia del ataque de insectos plaga. En Argentina las mermas por reducción de calidad, peso, valor comercial y poder germinativo de las semillas a raíz del ataque de estos insectos se estiman entre 7 y el 10% de la producción total. De no existir un control adecuado, este gorgojo puede expresar su potencial de daño, generando enormes pérdidas en la calidad de los granos almacenados.

Rhyzopertha Dominica es sin duda, una de las plagas más importantes por su capacidad de daño en el almacenamiento de granos. Pertenece a la familia Bostrichidae, y gracias a su capacidad de sobrevivir en diferentes condiciones climáticas, es una preocupación para la seguridad alimentaria en todo el mundo, especialmente en regiones templadas cálidas y tropicales.

Se alimenta de granos almacenados, incluyendo maíz, trigo, arroz, y otros granos. Es especialmente dañina en áreas donde los granos se almacenan durante largos períodos sin medidas adecuadas de control de plagas.

Los daños generados sobre los granos de maíz son:
Pérdida de peso: Las larvas se alimentan del contenido de los granos, reduciendo su peso y valor comercial.
Contaminación: Los residuos de los gorgojos y sus excrementos pueden contaminar el maíz almacenado, lo que lo hace inadecuado para el consumo humano o animal.
Reducción de la calidad: La presencia de gorgojos afecta la calidad del maíz, reduciendo su valor nutricional y poder germinativo.

Características
Los adultos miden 3 mm, son de color marrón rojizo oscuro y de sección cilíndrica. La cabeza está doblada hacia abajo y oculta. La punta del abdomen es cónica, con el extremo de los élitros curvado gradualmente. Las larvas son escarabeiformes, con patas completamente desarrolladas.

En los meses de primavera aparecen los adultos, cuando se reproducen y la hembra realiza la puesta de entre 300 a 400 huevos sobre la superficie del grano o en túneles excavados por los adultos. Al emerger la larva, se introduce en el interior de mismo, del cual comienza a alimentarse produciendo mucha harina, y son inmóviles cuando maduran. Tras completar su desarrollo larvario, se transforma en pupa y finalmente emerge el adulto. El insecto se desarrolla de forma óptima en un rango de temperatura de 28 a 38ºC y con una humedad superior al 30%, no tolerando el frío, y estando su desarrollo muy limitado por debajo de los 23ºC. Puede invernar en cualquier estadio de desarrollo. El ciclo completo dura de 4 a 10 semanas, y el adulto tiene una longevidad de 4 a 6 meses.

Control
La aplicación de un Programa de Control Integrado de Plagas, cubriendo la prevención, el monitoreo y el control, es la forma más efectiva para garantizar la calidad de los granos almacenados, evitando la aparición de las plagas, y consecuentemente importantes pérdidas económicas.

 

Control preventivo
Esta práctica incluye una limpieza profunda de los depósitos combinada con aplicaciones de insecticidas, tanto sobre la superficie general, como en cualquier grieta o hendidura y los alrededores.

El control preventivo es una de las estrategias más inteligentes para minimizar infestaciones.

La correcta limpieza de las instalaciones previa al acopio ayuda a prevenir las infestaciones. Los restos de granos y el polvo son fuente de alimento para otros insectos, roedores y aves. Deberemos mantener limpios tanto los equipos de transporte como las estructuras de almacenaje.

Los tratamientos químicos se aplican previamente al almacenado, con la intención de eliminar a los insectos en todas las etapas de su desarrollo, utilizando insecticidas eficientes evaluando que plagas podrían presentarse y si existen casos de resistencias o tolerancias a determinados principios activos. Existen casos demostrados de resistencia de la Rhizoperta dominica a la acción de los organofosforados.

La elección de insecticidas de tipo residual asegura un control sobre las poblaciones existentes, garantizando un efecto prolongado después de su aplicación.  Los más utilizados son los insecticidas químicos convencionales como los piretroides (deltametrina), las piretrinas y los fumigantes que incluyen la fosfina y el fosfuro de magnesio.

La deltametrina es un insecticida piretroide ampliamente utilizado en el control de plagas en la industria alimentaria. Es efectivo contra una amplia variedad de insectos, incluyendo gorgojos, polillas y ácaros, y su uso se ha demostrado seguro y eficaz en el control de plagas en la industria alimentaria.

Dast® es un insecticida en polvo listo para usar, formulado a base de carbonato cálcico micronizado y deltametrina, combinación de activos que logra una alta residualidad y gran poder insecticida. Gracias a su baja concentración de piretroide, es seguro y eficaz. Al ser un polvo, se adhiere fácilmente a distintas superficies, inclusive a la cutícula de insectos. Es ideal para aplicar en sitios de tránsito de insectos plaga y espacios estancos en donde se requiera alta residualidad. Dosis tratamiento sobre piso: 50 a 60 g/10 m2 (6 meses de protección). Aplicaciones con pulverizador: 500 a 1.000 g/tn grano (6 a 12 meses de protección).

El butóxido de piperonilo es un sinérgico de plaguicidas. Si bien no tiene propiedades plaguicidas, al combinarse con piretroides, potencia la acción del activo considerablemente. Actúa inhibiendo los mecanismos de detoxificación del insecto, lo que permite que las concentraciones del activo dentro del organismo sean mayores, impidiendo su metabolización y logrando que permanezca más tiempo dentro del cuerpo del insecto.

Onza Max® es un insecticida diseñado específicamente para prevenir la aparición de plagas en productos almacenados, a base de deltametrina combinada con butóxido de piperonilo. Garantiza períodos de protección superiores a los 12 meses y controla un amplio espectro de insectos, incluida la Rhizoperta dominica. Dada la concentración del ingrediente activo y su bajo nivel de toxicidad, los granos tratados pueden utilizarse inmediatamente. No transmite olor a los frutos. Es ideal para el tratamiento de estructuras edilicias, silos, celdas, etc.

Por otro lado, el pirimifos metil es un insecticida organofosforado que también se utiliza en la industria alimentaria para el control de plagas en el almacenamiento de granos y otros productos alimenticios. Es efectivo contra una amplia variedad de insectos, incluyendo gorgojos, polillas y escarabajos.

Kurafos® tiene gran poder insecticida y muy buena residualidad. Posee pirimifos metil en su composición, molécula que ejerce su efecto afectando directamente al sistema nervioso por inhibición de la colinesterasa. Actúa directamente por contacto, ingestión o por vía respiratoria de los insectos plaga (gasificación/acción fumigante). Es un insecticida de amplio espectro, con gran eficacia sobre diversas especies de insectos rastreros y/o voladores.

Monitoreo
La mejor forma de prevenir infestaciones en la masa de granos es el monitoreo. Si detectamos insectos, es primordial identificarlos correctamente para determinar la medida de control más efectiva. Los signos de infestación incluyen grandes cantidades de harina, túneles y agujeros de forma irregular en la materia prima y un olor dulce en el grano.

La mejor forma de prevenir infestaciones en la masa de granos es el monitoreo.

De realizar esta práctica correctamente, seremos capaces de detectar cuando una plaga ha llegado a su umbral económico, e implementar las estrategias de control que aseguren bajar poblaciones con la menor inversión y sin mermas. Es recomendable mantener registros detallados del monitoreo y de cualquier tratamiento de control realizado para evaluar su eficacia y mejorar las prácticas de manejo.

 

Control químico
El método más utilizado es la fumigación con fosfina, un gas muy tóxico que asfixia a los insectos, afectando procesos metabólicos y enzimáticos del sistema respiratorio. Permite eliminar todos sus estadios de desarrollo, incluso los de las plagas primarias, ya que difunde hacia el interior del fruto. Se considera ser el insecticida fumigante más potente para el control de insectos, roedores y otras plagas.

La fosfina se genera comúnmente por la descomposición de fosfuros metálicos, como los de aluminio o magnesio, cuando entran en contacto con la humedad del aire. Esta reacción produce fosfina como subproducto. Una característica importante de la fosfina es su falta de poder residual, lo que significa que no permanece en el ambiente durante mucho tiempo. Se degrada rápidamente en un período de tiempo que oscila entre 5 y 28 horas. Debido a esta rápida degradación, la fosfina no afecta el poder germinativo de las semillas. Tanto el fumigante como sus residuos, se descomponen en sustancias que no perjudican al medio ambiente ni a los productos fumigados.

Celphos Max® es un insecticida a base de fosfuro de aluminio especialmente diseñado para el control de plagas que afectan a los frutos secos almacenados. Es ideal para aplicar en silos, contenedores herméticos y espacios encarpados alejados de la circulación habitual de personas. La dosificación para productos a granel es de 2 pastillas (6 grs.)/1m3, y para productos envasados de 2 a 3 pastillas /1m3.

Como regla general, en Argentina se recomienda una concentración mínima efectiva de 200 ppm de fosfina durante por lo menos 5 días dentro de la estructura de almacenamiento (ya sea silos, celdas, bolsas plásticas, vehículos, etc.) para eliminar adultos, huevos y larvas de insectos.

A modo de conclusión, es importante abordar el control de plagas en granos almacenados de manera integral, combinando métodos de control químico con medidas preventivas y un monitoreo exhaustivo y minucioso. La falta de control de los productos almacenados puede derivar en grandes pérdidas económicas.

Tomá el control de las plagas con

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