Cuando terminamos la siembra de cereales, el paso siguiente es definir una estrategia para controlar las futuras plagas y malezas que amenazarán nuestros cultivos. ¿Es eficiente y rentable realizar un tratamiento con herbicidas pre-emergentes? Te compartimos algunas claves para un tratamiento exitoso.

El control químico es, hoy en día y desde hace tiempo, el método más utilizado para el control de malezas en agricultura, permitiendo a los cultivos desarrollarse sin competencia desde los primeros estadios de desarrollo. Dentro de este método, podemos dividir los tratamientos en 2 opciones: tratamientos en pre-emergencia o en post-emergencia. La decisión depende del ciclo del cultivo y de la estrategia definida por el agrónomo tomando en consideración el ambiente, la historia del lote, el cultivo, etc.

Los herbicidas pre-emergentes (PRE) controlan malezas en los primeros estados del ciclo de vida, específicamente durante la germinación de las semillas (aparición de radícula) y emergencia de las plántulas desde el suelo.

Es fundamental conocer los modos de acción de los herbicidas, para evitar problemas de fitotoxicidad, carry over o incompatibilidades con los cultivos emergentes. Una de las maneras de mejorar los controles es rotar no sólo principios activos sino fundamentalmente modos de acción.

Ventajas de las aplicaciones de herbicidas en preemergencia

En ocasiones, realizar una aplicación de preemergencia puede ser una complicación, ya que se realiza justo después de la siembra, una época tan cargada de trabajo para los cerealistas. Pero debemos saber que tienen algunas ventajas que deberías considerar:

— Mayor eficacia: controlan las malezas desde el primer momento, garantizando un lote libre para la emergencia del cultivo. Constituyen una herramienta útil para controlar algunas malezas resistentes a los herbicidas inhibidores de ACCasa, ALS y glifosato, por presentar distinto modo de acción.

— Acción residual: logran, dependiendo del ambiente y el clima, dejar el lote libre de malezas durante buena parte del ciclo del cultivo, gracias a su acción residual. Extienden la ventana de tiempo para aplicar los herbicidas postemergentes en épocas lluviosas.

— Dosis de caldo bajas: al aplicar sobre un suelo desnudo, nos permite utilizar una baja presión (1,5-2,5 bar), y menor cantidad de agua, ganando tiempo cubriendo mayor superficie y reduciendo las recargas del pulverizador.

Conceptos básicos respecto a los herbicidas PRE.

1) Los estados más vulnerables de las malezas a los herbicidas corresponden a la germinación de la semilla e inicio del crecimiento de las plántulas.

2) La mayoría de las malezas se originan de las semillas ubicadas en los primeros centímetros del suelo. Deben distribuirse en los primeros 3 a 5 centímetros del suelo para conseguir un íntimo contacto con los sitios de absorción de las malezas.

3) Al impedir la competencia de las malezas desde los primeros estados de desarrollo de los cultivos, pueden prevenir las pérdidas del rendimiento.

4) La tolerancia de los cultivos a la mayoría de los herbicidas PRE es menor que a los herbicidas pos-emergentes. Es necesario una calibración correcta del equipo aspersor y aplicación precisa del herbicida, para evitar daños al cultivo.

5) Es necesario el conocimiento de las especies existentes en el banco de semillas del suelo para una selección adecuada del producto a utilizar.

6) Son una herramienta de gran valor cuando se espera una alta infestación de malezas desde el establecimiento de los cultivos o, cuando no es posible obtener un control eficaz de malezas resistentes a herbicidas postemergentes.

Factores principales a considerar

Se requiere una buena planificación para seleccionar correctamente un herbicida PRE:

1) Cultivo: el cultivo a sembrar determinará el o los herbicidas PRE factibles de utilizar.

Algunos cultivos permiten menores opciones de herbicidas PRE, mientras otros nos dan mayores posibilidades.

2) Especies de malezas: la identificación de las especies de malezas que pueden infestar el cultivo es vital para seleccionar adecuadamente un herbicida PRE.

3) Rotación de cultivos: todos los herbicidas PRE persisten en el suelo por algún tiempo, dependiendo del herbicida, dosis, condiciones ambientales, tipo de suelo y frecuencia de uso. Por otra parte, algunos cultivos son más sensibles que otros a los residuos a de los herbicidas en el suelo. Por ejemplo, los herbicidas que controlan mejor malezas gramíneas, tienen un mayor potencial para afectar a cultivos que también son gramíneas. Lo mismo ocurre con los herbicidas que tienen mayor potencial para controlar malezas de hoja ancha.

Factores que influyen en la eficacia del control de malezas

El éxito en el control de malezas con herbicidas PRE depende principalmente de tres condiciones:

1) Humedad en el suelo: debe existir suficiente humedad en el suelo durante la aplicación de los herbicidas PRE, pues requieren movilizarse desde la superficie hasta los primeros 3 a 5 centímetros del suelo y ser absorbidos por las malezas durante la germinación de las semillas y emergencia de las plántulas.

2) Suelo descubierto: los herbicidas PRE requieren una buena distribución en el suelo, por lo que debemos evitar que exista una cobertura orgánica o terrones grandes que impidan una distribución uniforme del producto sobre la superficie del suelo. Es importante no contar con cobertura de malezas vivas o al menos que sea lo menor posible.

3) Ubicación de las semillas de malezas en el suelo: el control es más eficaz si las semillas de malezas se ubican sobre o cerca de la superficie del suelo, por estar en contacto con una mayor concentración del herbicida.

Los Inhibidores de la enzima Protoporfirinógeno oxidasa (PPO), si bien son aplicados en postemergencia, algunos como el flumioxazin y el sulfentrazone han demostrado alta eficacia en tratamientos de preemergencia.

Su mecanismo de acción es la inhibición de la enzima cloroplástica PPO que actúa en la formación de porfirinas, moléculas precursoras de clorofila y grupos hemo. La inhibición de dicha enzima causa acumulación de protoporfirina, la cual es excitada a un estado de triplete, interactuando con las moléculas de oxígeno para producir oxígeno simple y peróxido de hidrógeno que causa la destrucción de las membranas celulares.

Flumeyt® es un herbicida de presiembra elaborado con el principio activo Flumioxazim, que es de la familia de los PPO, (Flumioxazin 48%), para siembra directa. Actúa por contacto dañando las membranas celulares afectando su organización, permeabilidad y el transporte de iones debido a que inhiben la protoporfirinogeno-9-oxidasa que participa en la captura de luz provocando esa disrupción de la membrana celular. Es un producto que tiene poca movilidad en el suelo y es insoluble en agua. El producto queda retenido en los primeros 5 a 7 cm del perfil del suelo. Se activa durante la emergencia cuando las plántulas entran en contacto con la luz solar, interrumpiendo de esta manera la germinación de las malezas. Su actividad residual es aproximadamente de 40 días. Controla un amplio rango de malezas de hoja anchas y supresión de gramíneas anuales, sobre todo en lotes de alta infestación y con presencia de especies difíciles.