Evitando la deriva: la importancia del tamaño de la gota

La deriva en las aplicaciones agrícolas es la parte de la aspersión que no alcanza el blanco objetivo del tratamiento, y sin duda, es una barrera que debemos superar. Compartimos algunas recomendaciones para lograr mayor éxito en las pulverizaciones y evitar impacto en el ambiente.

La deriva es, sin duda, uno de los mayores problemas que desafían a las aplicaciones agrícolas. No sólo por las pérdidas en desperdicio de los productos aplicados y por la contaminación del ambiente, sino también por el daño potencial a otros cultivos que no son el blanco.

Aunque la completa eliminación de la deriva es imposible, los problemas pueden ser reducidos significativamente si se aplican algunas recomendaciones y se toman precauciones para minimizar su impacto.

La deriva depende fundamentalmente del equipo pulverizador (tamaño de gota formado), de las características del blanco (tamaño, superficie y ubicación), de las formulaciones del fitosanitario (coadyuvantes presentes) y de las condiciones ambientales que se presentan al momento de la aplicación. (velocidad del viento, humedad relativa y temperatura).

Para empezar, es importante saber que, al momento de aplicar, existen algunos factores que no podemos controlar, como las condiciones ambientales. Pero si podemos asegurar que la aplicación no genere deriva. Debemos tener en cuenta el viento, su velocidad y su dirección, controlando que no se lleve nuestra aplicación a zonas urbanas y/o cursos de agua. No se recomienda aplicar cuando supera los 15 / 20 km/h, siendo ideal entre 7 y 12 km/h. También debemos considerar la temperatura, nunca aplicando por encima de los 30°C, en lo posible. La humedad relativa por encima del 50% mejora la aplicación, siendo la mañana comúnmente, el momento más favorable. Debido a que las condiciones climáticas varían en el transcurso del día, es importante adaptarse a ellas. Por eso es fundamental ajustar los equipos a medida que se vuelve necesario, para controlar el tamaño de gota en todo momento.

 

Tipos de deriva

Exoderiva: se presenta cuando las gotas son trasladadas lejos del blanco objetivo, principalmente por influencia del viento. Este tipo de deriva también puede ocurrir al aplicar productos volátiles con condiciones climáticas no recomendadas, siendo temperaturas mayores a 30ºC y humedades relativas inferiores al 50%. Es recomendable recurrir a aditivos o coadyuvantes que ayudan a que la aplicación sea eficaz. Por ejemplo, los antievaporantes, que ayudan a reducir las pérdidas por volatilización.

Endoderiva: se trata de la pérdida del producto dentro del cultivo. El desplazamiento del producto es a poca distancia del objetivo (blanco). Las gotas se escurren, rebotan y caen al suelo o impactan directamente sobre el mismo, no quedando en el blanco. En general este tipo de deriva es producido debido al uso de gotas extremadamente grandes, donde las mismas no se esparcen adecuadamente en el lote y se mantienen sobre el canopeo o caen al suelo.

Termoderiva: se presenta cuando las gotas son muy pequeñas y en condiciones de alta temperatura ambiente y baja humedad relativa, estas se evaporan antes de llegar al blanco objetivo.

 

Evitando y controlando la deriva

Para disminuir los riesgos de deriva hay diferentes herramientas, lo principal es incrementar el tamaño del espectro de gotas pulverizadas enfatizando la disminución de gotas muy finas mediante un aumento de tamaño y peso.

Dentro de los factores controlables, uno muy importante es el tamaño de gota, clave para una aplicación exitosa y sin deriva. Cuanto más grande es la gota, menos probabilidades tiene de ser arrastrada por el viento. Se recomienda un tamaño superior a los 200 micrones, y para conseguirlo es indispensable elegir correctamente las pastillas de pulverización. Como opción, existen pastillas asistidas por aire, que eliminan gotas muy pequeñas, es decir que producen las gotas adecuadas para la pulverización. Estas son las recomendadas cuando hay viento, para evitar el posible efecto de deriva.

Es importante remarcar que el tamaño ideal de la gota también estará relacionado a las condiciones ambientales que haya al momento de realizar la aplicación. Con temperaturas altas lo mejor es utilizar gotas más grandes, las cuales son menos tendientes a evaporarse.

La British Crop Protection Council (BCPC) determina una clasificación de las pastillas por el tamaño de gota con los valores (Norma ASAE S-572 )

 

Utilización de un adyuvante para controlar la deriva

Existen variedad de productos que pueden utilizarse para disminuir tanto la evaporación como la deriva. Entre ellos aceites, tensioactivos, antievaporantes, etc. La adición de coadyuvantes al caldo de pulverización es importante desde el punto de vista de la eficiencia y eficacia.

Los coadyuvantes con tensioactivos, ayudan en la reducción de la deriva debido a la alteración del espectro de las gotas en el rociado. Además disminuyen la tensión superficial del agua, mediante la reducción del ángulo de contacto entre las gotas y la superficie foliar.

Pero con un coadyuvante que solo modifique el tamaño de las gotas no es suficiente para garantizar la eficiencia de la aplicación, reduciendo la deriva. También debemos asegurarnos que el producto quede en las hojas, cubriendo la mayor superficie posible y penetre, permitiendo a los principios activos desarrollar su trabajo. En esta situación, es recomendable verificar que el coadyuvante elegido sume algunas características adicionales como: surfactante, adherente y penetrante.

La lecitina de soja es un excelente aliado a la hora de seleccionar un coadyuvante. Está formulada a base de aceites vegetales, y actúa favoreciendo la penetración reduciendo la tensión superficial y aumentando el área de contacto entre la gota y la hoja. Al ser de acción surfactante logra una excelente humectación. La lecitina de soja no daña la estructura de la cutícula de la hoja, solo separa la capa de cera mejorando la entrada del producto sistémico.

Posee una degradabilidad total y está recomendado para aumentar la eficacia y eficiencia de los herbicidas, fungicidas, insecticidas y fertilizantes.

Driver® es un coadyuvante a base de lecitina de soja, que incrementa la penetración y facilita la translocación de los agroquímicos en las plantas. Actúa como surfactante, reduciendo la tensión superficial de la gota y logrando una mayor humectación tanto de la hoja como del fruto. Es un producto específicamente indicado para la aplicación de todo tipo de plaguicidas, en condiciones ambientales adversas tales como alta temperatura, baja humedad relativa y fuertes vientos.

La aplicación de productos fitosanitarios constituye una técnica de alta tecnificación, donde conocer las tecnologías disponibles, así como las recomendaciones adecuadas para realizar una aplicación definirán si las misma será o no eficiente. Los productos para la protección de cultivos no implican un riesgo en sí mismos, estos son aprobados y regulados para un fin determinado. En cambio, el riesgo está dado por su uso incorrecto. Por eso, una aplicación segura y responsable, requiere de productores y aplicadores capacitados y competentes, que sigan las Buenas Prácticas Agrícolas.

 

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