Las chinches son una plaga difícil de detectar y controlar, ya que son muy persistentes. Existen varios productos para combatir estas plagas, sin embargo, no todos garantizan resultados eficientes. Es fundamental contar con la asesoría de un profesional en el control de plagas para identificar la mejor opción de tratamiento y garantizar la eliminación completa de las chinches.
Las chinches de cama, pertenecientes a la familia Cimicidae y al Orden Hemiptera, son insectos hemimetábolos ectoparásitos hematófagos. Entre las dos especies predominantes se encuentran C. lectularius y C. hemipterus Fabricius. A lo largo de la historia, estos insectos han sido una plaga común en los ambientes humanos. Antes de la Segunda Guerra Mundial, las infestaciones eran especialmente frecuentes, pero después de ella, la prevalencia mundial disminuyó significativamente gracias al uso de insecticidas de síntesis, como el dicloro difenil tricloroetano (DDT). No obstante, en los últimos años, los expertos han identificado un resurgimiento de esta plaga en todo el mundo, incluyendo a Argentina.
Numerosos trabajos científicos y la divulgación en los medios de comunicación han puesto de manifiesto que la presencia de esta plaga es un importante problema sanitario. Dentro de la familia Cimicidae, se destaca la importancia de Cimex lectularius Linnaeus, comúnmente conocida como chinche de cama. Estos insectos hematófagos necesitan alimentarse de sangre humana para crecer y reproducirse, aunque también pueden alimentarse de aves, pequeños roedores o murciélagos. Al picar al huésped, inyectan una solución anestésica y anticoagulante que produce picazón, hinchazón y, en ocasiones, reacciones alérgicas en la piel. Se sospecha que las chinches de cama pueden transmitir agentes infecciosos y se discute la posible importancia epidemiológica de C. lectularius como transmisor de Trypanosoma cruzi, agente causal de la enfermedad de Chagas.
En un ensayo de laboratorio, Salazar et al. (2015), se demostró una eficiente y bidireccional transmisión de T. cruzi entre ratones y chinches. La mayoría de las chinches alimentadas con sangre de ratones infectados con T. cruzi adquirieron el parásito, y la mayoría de los ratones que fueron picados por chinches infectadas con T. cruzi adquirieron la enfermedad. Por lo tanto, es importante considerar las chinches de cama como posibles vectores de la enfermedad de Chagas y tomar medidas para su control en áreas endémicas.
Ciclo de vida de Cimex lectularius
El ciclo de vida de Cimex lectularius comienza con un huevo, que se deposita en grietas y hendiduras cerca de las áreas donde se alimentan los insectos. Después de aproximadamente 10 días, el huevo eclosiona y se convierte en una ninfa. La ninfa pasa por cinco estadios, durante las cuales crece y se desarrolla. Cada estadio dura alrededor de una semana, y después de la quinta etapa, la ninfa se convierte en un adulto.
El adulto puede vivir hasta 6 meses y necesita alimentarse de sangre para reproducirse y sobrevivir. Después de alimentarse, las hembras pueden poner hasta 5 huevos al día, lo que significa que la infestación puede aumentar rápidamente si no se toman medidas preventivas.
Cómo prevenir la infestación de Cimex lectularius
El control del Cimex lectularius puede ser difícil, pero hay varios métodos químico disponibles, aunque algunos estudios demostraron que algunas cepas presentan resistencia a algunos insecticidas. Por lo tanto, la estrategia de control debe estar bien planificada para lograr un control eficiente.
La estrategia de control debe basarse en cinco supuestos principales:
– Una exhaustiva inspección para establecer la extensión y el lugar de la infestación.
– Prescribir la mejor estrategia de control para la situación particular (tiempo y tratamientos).
– Informar al cliente para establecer las expectativas y obtener su cooperación.
– Realizar aplicaciones utilizando productos efectivos de la forma correcta según su membrete.
– Realizar un seguimiento y repetir el tratamiento de ser necesario.
Los insecticidas de contacto, como los piretroides y los organofosforados, se aplican directamente sobre las chinches de cama y suelen tener un efecto inmediato. Los insecticidas residuales, como los piretroides sintéticos y los neonicotinoides, se aplican en las áreas donde se ha detectado la presencia de chinches de cama y pueden proporcionar protección durante varias semanas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que las chinches de cama han desarrollado resistencia a muchos de los insecticidas disponibles en el mercado. Por ello se recomienda el uso de insecticidas de uso domisanitario de diferente modo de acción para evitar la aparición de cepas resistentes.
Además, algunos insecticidas pueden ser tóxicos para los seres humanos y los animales domésticos, por lo que es importante seguir las instrucciones del producto y tomar precauciones adecuadas al aplicarlos.
Piretroides:
Los piretroides son considerados como insecticidas axónicos debido a que están compuestos por sustancias más estables o que se degradan más lentamente en presencia de luz solar que las piretrinas. Estos compuestos interfieren en los canales de sodio de la membrana nerviosa, provocando la interrupción de la transferencia de iones y la transmisión de impulsos entre las células nerviosas, produciendo descargas repetitivas y, finalmente, provocando parálisis y muerte.
Los piretroides son insecticidas químicos sintéticos que actúan como piretrinas. La Deltametrina pertenece al grupo de los piretroides y es el ingrediente activo de LOCK®, que garantiza una muy buena capacidad insecticida y efecto de volteo. Logrando una gran acción de desalojo, especialmente en lugares o espacios de acceso más complicados. Al ser una espuma en base acuosa con baja concentración, puede aplicarse en sitios sensibles garantizando un efecto residual prolongado.
Para obtener residualidad en los tratamientos, en algunos casos la deltametrina es sometida a molienda para lograr su micronizado y posterior suspensión a base acuosa. El RUSTER® cumple con este proceso, actuando sobre las plagas por contacto a nivel cuticular o a través del tracto digestivo una vez ingerido.
Reguladores del crecimiento:
Son productos químicos que limitan el crecimiento de las hormonas juveniles en insectos. Su modo de acción genera una alteración de la producción de quitina (compuesto necesario para la formación de su caparazón externo) interfiriendo el desarrollo del insecto. Algunos reguladores del crecimiento aceleran el desarrollo de estos, mientras que otros lo paralizan completamente.
Maggot® es un producto de Gleba con lufenuron como su ingrediente activo, el cual pertenece al grupo de los reguladores de crecimiento. Gracias a sus características físico-químicas puede penetrar principalmente por vía oral y ocasionalmente por vía dérmica, provocando la interrupción del crecimiento al inhibir la síntesis de Quitina, por acción sobre la enzima Quitinasintetaza. En los adultos ejerce un efecto sobre los órganos reproductores, disminuyendo la fecundidad en las hembras.
Al ser un producto de baja toxicidad y bajo riesgo toxicológico, puede aplicarse en interiores y/o exteriores en sitios convencionales o sensibles.
Otras medidas de control químico incluyen el uso de aerosoles de contacto, diatomeas y ácido bórico. Estos métodos pueden ser menos efectivos que los insecticidas, pero pueden proporcionar una solución más segura y ecológica.
En general, es importante abordar la plaga de chinches de cama de manera integral, combinando métodos de control químico con medidas preventivas, como la eliminación de posibles lugares de refugio y el lavado regular de la ropa de cama y la ropa de las personas infestadas.