El uso de extractos de algas marinas se está revelando como una nueva herramienta para estimular el crecimiento del maíz ante situaciones de estrés, como fitotoxicidad por uso de herbicidas o por carencias de nutrientes. Desde Gleba, les compartimos cómo funcionan estos bioestimulantes.
Son múltiples los factores que pueden provocar estrés en los cultivos. Factores como la falta o exceso de agua, contaminación por metales pesados, deficiencias nutricionales, bajas o elevadas temperaturas, plagas, etc., pueden llevar a las plantas a situaciones límite que impacten en su desarrollo y por tanto el cultivo no logre expresar todo su potencial productivo. Es conocido que el uso de variedades resistentes y manejos adecuados puede ayudarnos a paliar el efecto de estos factores exógenos y perjudiciales.
También está comprobado que, en previsión o ante una situación de estrés, es muy recomendable el uso de productos bioestimulantes para favorecer su recuperación.
Actualmente la intensificación de la agricultura está afectando al equilibrio microbiológico de los suelos, y por tanto a su fertilidad, siendo necesario impulsar la biofertilización y el incremento de microorganismos como herramienta para ayudar a la absorción de nutrientes asimilables.
¿Qué son los bioestimulantes?
Según la definición que de la EBIC (European Bioestimulants Industry Council), “un bioestimulante es aquel producto que contiene sustancias y/o microorganismos cuya función cuando son aplicados a las plantas o a la rizosfera, es la de estimular la absorción de nutrientes, la eficiencia nutricional, la tolerancia al estrés abiótico y la calidad de los cultivos”.
Los bioestimulantes son sustancias que promueven el crecimiento y desarrollo de las plantas, además de mejorar su metabolismo, permitiendo que puedan ser más resistentes ante condiciones adversas.
Los bioestimulantes pueden estar compuestos a base de hormonas vegetales, de extractos de algas marinas, aminoácidos, enzimas, vitaminas, ácidos húmicos, entre otros. Las algas son especies con elevado contenido en fibra, macro y microelementos, aminoácidos, vitaminas y fitohormonas. Numerosos estudios han demostrado los beneficios de las aplicaciones de extractos de algas en las plantas, manifestando mejoras en la germinación y crecimiento, aumento en rendimiento y mayor resistencia al estrés biótico y abiótico.
El uso de algas marinas como abono se viene utilizando en algunas partes del mundo desde hace ya mucho tiempo. El compendio de bondades agronómicas de los productos a partir de algas descritos en artículos científicos y en folletos publicitarios va a depender en gran medida del tipo de especie alga, de su estado fisiológico, del método de procesado, de extracción y aplicación.
Entre los extractos de algas más utilizados e investigados se encuentra la especie Ascophyllum nodosum, un alga parda cuyos extractos han demostrado ser activos biológicamente.
Ascophyllum nodosum como bioestimulante
Los extractos de Ascophyllum nodosum son utilizados como bioestimulantes, gracias a que incentivan a la planta a producir sus propias hormonas, además de contibuir en la absorción y translocación de nutrientes presentes en el suelo.
Los beneficios sobre el cultivo se manifiestan en un aumento del crecimiento de la planta, rápida germinación de las semillas, retraso de la senescencia, incremento en la resistencia a enfermedades fúngicas y bacterianas, adaptación a condiciones de estrés, entre otros.
Los ingredientes activos que contiene el extracto de Ascophyllum nodosum y que permiten entender su comportamiento y efecto en la planta son: betaínas, manitol, ácido algínico, polifenoles, fucanos y laminarina.
Estos productos también afectan las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, favoreciendo el crecimiento de los cultivos. Mejora la capacidad de retención de humedad por su alto contenido en fibra y promueve la actividad de microorganismos benéficos del suelo. Estas algas pardas son ricas en poliurónides como los alginatos y el fucano, donde los agentes gelificantes y quelatantes de estos polisacáridos junto con sus propiedades hidrofílicas hacen estos compuestos importantes en el sector agrícola. Por ejemplo, los extractos de Ascophyllum nodosum contienen varias betaínas que sirven como solutos en las plantas para la tolerancia al estrés abiótico como la salinidad y la sequía. El beneficio de la aplicación de los extractos de algas se debe entender como un efecto sinérgico de todos los componentes, no pudiendo aislar el efecto de cada uno de los ingredientes activos.
También es un gran producto para, no solo la nutrición del maíz, sino también como agente recuperador en situaciones graves de estrés por fitotoxicidades por uso de herbicidas de post (muy habituales) o bloqueos en el cultivo de maíz, donde los resultados son muy visibles con el uso de las algas. Con una sola aplicación es suficiente en cultivos de maíz y cereal.
“Las algas tienen efecto positivo para estimular el crecimiento del maíz en situaciones de fitotoxidad.”
Se ha comprobado que las algas proporcionan a los cultivos, macro y micronutrientes que las plantas requieren y además sustancias naturales con efectos comparados a los reguladores de crecimiento.
Métodos de aplicación
De acuerdo a sus presentaciones comerciales, el extracto de Ascophyllum nodosum puede aplicarse vía foliar, vía suelo, ambas o en tratamiento a la semilla. Para el caso de vía suelo se puede incorporar en el riego, en fertirriego o en el riego por surcos. Además, se puede aplicar ilimitadamente con otros productos foliares o de aplicación al suelo, siempre cuidando que exista un equilibrio hormonal, por lo que resulta importante planificar las estrategias en términos de tiempo y frecuencia en que se aplica.
En síntesis, el uso de extractos de Ascophyllum nodosum en la agricultura es una realidad y una promesa. Una realidad, porque sus efectos resultan evidentes cuando se prueban; y una promesa porque en la medida que esta práctica se extienda irán disminuyendo los costos de producción, y en un futuro sustituirá el uso de los productos químicos sintéticos por orgánicos, favoreciendo una agricultura sostenible.