Si bien el mundo experimenta una pérdida acelerada de especies silvestres como consecuencia del los cambios ambientales, existe un insecto que parece prosperar, siendo potencialmente uno de los más peligrosos: el mosquito. Las enfermedades transmitidas por mosquitos afectan a todos los mamíferos, incluyendo una de las más virulentas que infectan por igual a caballos y humanos: la Encefalitis Equina del Oeste (EEO).
Desde los últimos días de noviembre, un brote epidémico de Encefalitis Equina del Oeste (EEO) afecta a la Argentina. Los datos del boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, registraron más de 1.200 brotes en caballos y varias personas cursaron la infección, alguna llegando a fallecer.
La encefalomielitis equina es una enfermedad exótica para Argentina, con el último registro oficial en 1988. Es causada por varios virus, siendo el virus de la encefalomielitis equina del este (EEE), el virus de la encefalomielitis equina del oeste (EEO) y el virus de la encefalomielitis equina venezolana (EEV) los más comunes. Según el Senasa, la tasa de letalidad en equinos que se enferman puede llegar al 90% en la variante del Este, y del 20 al 30% en la variante del Oeste, mientras que la de Venezuela oscila en un rango mayor, que va del 40 al 90%. Se transmite por la picadura de mosquitos, afectando a los equinos, como caballos, yeguas y burros, y puede causar encefalitis grave en animales y humanos debido al daño que ocasiona al sistema nervioso central.
Es un grupo de enfermedades virales zoonóticas estacionales, asociadas a la abundancia del mosquito que actúan como vector. Por eso los brotes ocurren en primavera-verano, típicamente en zonas húmedas, templadas y/o subtropicales. Estas zoonosis son transmitidas por mosquitos a humanos y equinos y son mantenidos en la naturaleza en ciclos de transmisión entre mosquitos y aves o roedores silvestres. Son estos pequeños animales quienes desarrollan una viremia suficientemente alta como para a su vez infectar a los mosquitos que los pican, siendo los caballos y humanos los “hospedadores finales”, ya que en general no la transmiten.
¿Qué mosquito transmite la encefalitis equina?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la encefalitis equina del oeste es una infección causada por un virus del género Alphavirus de la familia Togaviridae, con características completamente distintas al dengue. Se transmite principalmente a través de la picadura de mosquitos Aedes albifasciatus infectados que actúan como vectores, en especial en áreas rurales. La enfermedad afecta principalmente a los caballos y puede transmitirse de los animales a las personas.
Por otro lado, se ha identificado que las especies del género Culex, como Culex tarsalis y Culex quinquefasciatus, son también comúnmente implicados como vectores de los virus responsables de esta enfermedad en los caballos. Es importante destacar que la distribución geográfica y las especies de mosquitos responsables pueden variar según la región.
Aedes albifasciatus es una especie de mosquito perteneciente al género Aedes, conocido como “el mosquito de las inundaciones”. Esta especie en particular se encuentra principalmente en América del Sur y está asociada con hábitats acuáticos, como charcos, zonas pantanosas y otros cuerpos de agua estancada.
Es de tamaño mediano en comparación con otros mosquitos. Presenta un color general oscuro en su cuerpo, pero lo que le otorga su nombre específico, «albifasciatus», son las bandas blancas distintivas que presenta en sus patas y otras partes del cuerpo, diferenciándolo de otras especies de mosquitos. Su cabeza es proporcionada y presenta antenas largas y delgadas. En la parte frontal, se encuentran sus órganos picadores, llamados probóscide, que las hembras utilizan para alimentarse de sangre. El tórax es la región media del cuerpo y es de color oscuro. En esta parte del cuerpo se insertan las patas y las alas. El abdomen es la parte posterior del cuerpo y también presenta rayas blancas que son clave para su identificación. Las hembras pueden hinchar su abdomen después de alimentarse de sangre durante la etapa reproductiva. Sus alas son transparentes y están sostenidas por venas características.
Los machos y las hembras se alimentan de néctar de flores, pero las hembras también pueden alimentarse de sangre, siendo este comportamiento el que las convierte en vectores de enfermedades.
Recomendaciones de control
Existen vacunas disponibles para prevenir la encefalomielitis equina, y se recomienda su aplicación en áreas donde la enfermedad es endémica o en situaciones de riesgo. Además, controlar y prevenir la población de mosquitos es una medida importante para reducir el riesgo de infección.
Los programas de control de mosquitos no deben intentar eliminar por completo las poblaciones, sino que tienen como objetivo reducir su número para minimizar los riesgos de transmisión de enfermedades. La implementación de una estrategia de control integrado debe tener en cuenta la especie objetivo, su ciclo vital y su impacto en la salud pública.
Los métodos más eficientes deben incluir la eliminación de criaderos y el control de larvas, además de combatir los adultos. Una fumigación espacial realizada ya sea con una termonebulizadora pesada o con un pulverizador de ultra bajo volumen aplicando adulticidas, es una práctica común implementada en muchas áreas endémicas. Es el método de control necesario especialmente en áreas con alta densidad de mosquitos. Es eficaz para combatir adultos en vuelo (aproximadamente es el 20% de la población), aunque no afecta a huevos, larvas o pupas, que siguen con su crecimiento normal.
Los larvicidas, mediante la aplicación de insecticidas químicos en los criaderos, son la mejor estrategia para controlar larvas y pupas en su fase acuática. Los más utilizados de estos insecticidas de síntesis son los moduladores de los canales de sodio (piretroides y piretrinas), los inhibidores de la acetilcolinesterasa (organofosforados), y los antagonistas de los canales de cloruro regulados por el ácido gamma-aminobutírico.
Los piretroides se consideran insecticidas axónicos, compuestos de sustancias más estables o se degradan más lentamente en presencia de luz solar que las piretrinas, y generalmente son eficaces contra la mayoría de las plagas de insectos. Su acción afecta el sistema nervioso central y periférico de los insectos, actuando en los canales de sodio de la membrana nerviosa, provocando la interrupción de la transferencia de iones y la transmisión de impulsos entre las células nerviosas.
La deltametrina es un piretroide sintético con actividad insecticida y acaricida de amplio espectro, que actúa por contacto e ingestión afectando al sistema nervioso de los artrópodos y provocando su muerte. Su molécula manifuesta baja toxicidad sobre los mamíferos, con muy buena capacidad insecticida y efecto de volteo.
Ruster® es el producto base de deltametrina, piretroide cristalino en su estado natural, sometida a molienda para lograr su micronizado y posterior suspensión a base acuosa. Actúa por contacto a nivel cuticular en los insectos o a través del tracto digestivo una vez ingerido. Al ser una suspensión concentrada tiene un efecto residual mayor a los concentrados emulsionables, además de ser ideales para aplicaciones con pulverización manual o moto mochila sobre vegetación y superficies con sombra, espacios habituales de refugio de mosquitos, permitiendo controlar al 80% de la población restante de adultos.
El etofenprox es otro piretroide sintético de amplio espectro y alta residualidad. A diferencia de muchos ingredientes activos de esta familia (como la deltametrina, la cipermetrina, etc.), carece del grupo orgánico ciano derivado del cianuro. Actualmente, es recomendado por la OMS para ser usado en tratamientos ambientales, máxime ante la epidemia de enfermedades transmitidas por los mosquitos. Actúa por contacto e ingestión afectando al sistema nervioso de los artrópodos y provocando su muerte.
Vector® 2.0, es insecticida piretroide sintético formulado a base de etofenprox 20% sumamente eficaz para el control de insectos voladores, moscas, jejenes, mosquitos, polillas, tábanos, como de pulgas, cucarachas, chinches, etc. Por tratarse de un piretroide no irritante, se puede utilizar en sitios sensibles, como jardines, parques, escuelas, hospitales, plazas y cualquier otro lugar que no pueda ser desalojado ni durante ni después de la fumigación. Su eficiencia llega la 100% de volteo y mortandad de la población adulta en vuelo que entre en contacto con el activo, garantizando una alta eficacia en su aplicación.
Los insecticidas organofosforados, como el pirimifos metil, son derivados del ácido fosfórico, con actividad contra un amplio espectro de invertebrados. Interfiere con la acción de las enzimas que regulan el neurotransmisor acetilcolina, dando como resultado en primera instancia calambres musculares, parálisis y, finalmente, la muerte. Su acción tóxica bloquea una enzima acetilcolinesterasa del sistema nervioso central y periférico de los insectos, en las uniones sinápticas. Son una herramienta eficiente para la rotación de principios activos ante tratamientos prolongados de piretroides o donde se hayan identificado evidencias de resistencia.
Para controlar el desarrollo de los mosquitos en su fase acuatica, una opción válida son los reguladores de crecimiento. El lufenurón pertenece a este grupo, siendo un derivado de las benzoilfenil ureas, y actúa inhibiendo la polimerización de las cadenas de quitina, componente primordial en el desarrollo de invertebrados. De tal forma que el lufenurón es un agente netamente ovicida que no posee actividad adulticida.
MAGGOT® es un insecticida con lufenurón como ingrediente activo en presentación concentrado emulsionable. Es un insecticida de alta especificidad para control de estadios juveniles (larvas, ninfas, etc.) de insectos. Por sus características físico-químicas, puede penetrar principalmente por vía oral y, ocasionalmente, por vía dérmica. Provoca la interrupción del crecimiento al inhibir la síntesis de quitina, por acción sobre la enzima quitina sintetasa. Sobre los adultos, ejerce su efecto sobre los órganos reproductores, disminuyendo la fecundidad en las hembras. Sobre las larvas, reduce la alimentación y evita que la vieja larva se desprenda de la cutícula al momento de la muda.
Existen formulaciones más efectivas que contienen combinaciones de ingredientes activos, por ejemplo: un ingrediente activo que controla adultos (pirimifos metil o deltametrina) y un regulador de crecimiento (lufenurón) que es necesario para evitar el desarrollo de los huevos, los estadios larvales y las pupas.
PULEX® posee una combinación de ingredientes activos que garantiza excelente efecto insecticida con alta residualidad. Actúa sobre distintos estadios, controlando eficazmente estadios juveniles (huevos/larvas) y adultos. Pirimifos metil, pertenece a la familia de los organofosforados y ejerce su acción inhibiendo la acetilcolinesterasa. Lufenuron, es una benzoilurea que regula el crecimiento (IGR) de los insectos inhibiendo la síntesis de quitina en estadios larvales. PULEX® actúa directamente por contacto e ingestión. La formulación es de bajo olor, no mancha y no irrita. Su uso está indicado para programas estratégicos de mezcla y/o rotación con insecticidas piretroides.